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Ceshire

Inefable

Inefable

Detrás del Atlántico
por el Poniente,
existe el sol
en una cajita verde;
Existe
el Hermes de Pandora:
el inexplicable desvario
de un deseo prófugo.

16 comentarios

Ceshire -

Pedrito caprichoso, bueno, si lo encuentras antes que yo, no te olvides de mandarmelo Priority Mail, eso si, te advierto que es muy fragil y tiene que ser enviado en una caja de madera. : ) Besos, maestro.

Ceshire -

Albatros querido, : ( Parece que todo el mundo ha contemplado el dichoso rayo verde menos yo. Tu musica es exquisita. No encuentro palabras para seguirte felicitando. Y bueno, gracias por valorar mi opinion (incluso la critica negativa) pero francamente no encontre nada que me disgustara en tu musica: halle cero faltas y mil virtudes. Hay musica que esta falta de sustancia, pero la tuya rebosa de sentido !Me encantaron las letras!

Es un placer que te guste lo que escribo aunque ultimamente este tan parca. Te mando besos, avecita gitana.

Albatros -

Gracias sinceras por tu visita y tus comentarios.Mi música está a tu disposición.Me encanta que te haya gustado ,las opiniónes de personas como tú son siempre bien recibidas (incluso si algo no te gustase)
Un abrazo

Pedro (Glup) -

Me encantaría encontrarme con ese deseo prófugo.

Albatros -

Hacía mucho que no me pasaba por aquí.Me sigue gustando lo que escribes.He estado ocupado en hacer una nueva casa para mi forma humana.

PD: Tuve la oportunidad de contemplar el rayo verde en una ocasión ¡¡sorprendente!!
besos

Ceshire -

Celeste,
pero que?
(Eres muy buena)
XOXO

Celeste -

Solo sonrío y aprendo.

Beso celeste...

Ceshire -

Pues si... funciona.
Gracias por tan hermoso poema. Me llego. Xoxo





Max -

Pues sí, ese es el poema que me llevó al octosílabo. Era una medida que se me hacía incómoda, pero tú la usas tanto y tan bien... Luego he escrito más cosas en ese pie de romance. Unos días después de aquel comentario poético estuve en Nueva York y escribí un poema en octosílabos. Y ahora voy a repetir mi primer romance, porque estaba pensado para darte calor y parece que ahora lo necesitas. Ahí va. Acércate:

Ocho pulsos de belleza,
ocho dardos en mi alma,
ocho estragos en mi boca
que pronuncia tus enigmas.
Ocho luces en el agua,
ocho hogueras en mi mano,
ocho fuegos sangrientos,
para hacer que tu alma arda.

Ocho torres olvidadas,
ocho bosques devastados
ocho cielos y ocho infiernos
se disputan tu memoria...
¿No recuerdas tu inocencia?
¿Cómo tu piel se erizaba?
¿Y a esa niña que te salva
de todo lo que te enfría?

Ceshire -

Max:
Y entonces sigue:
"Pero yo ya no soy yo
ni mi casa es ya mi casa".
-Y en ese preciso punto siempre pongo la misma cara de idiota (Siempre he sido y sere un poco autista, me voy lejos con el pensamiento).
Aparecen hombres ensangrentados y mujeres melancolicas en mi cabeza. Tambien barandales, rios imposibles y lunas a la mitad. Ya sabes que tengo gusto por lo dramatico/fatidico. Pero bueno, como es que no me has mandado el susodicho romance? No sabia que el primer octosilabo que escribiste fue por mi pero si recuerdo el poema del que hablas. Creo que seguia: "traigo frio, estoy helada". Que ultimamente lo estoy (helada). Ay Luisito, inteligente, un dia escribo un poema en clave morse y tu lo entiendes. Que maravilla, que milagro tan grande es haberte conocido.
Un abrazo

Ceshire -

Mon,
Mala, mala malisima.
Con que ahora soy cobarde. : )
(Y bueno, tienes razon, pero guardame el secreto)
Y bueno, pareceria que los deseos en fuga
son tambien fugaces, que jamas nos alcanzan.
No es asi, tu bien lo dices, del deseo no se
escapa, solo se escapa de uno mismo. El deseo
profugo en mi poema es la "esperanza" por supuesto.
La unica (y ultima) virtud liberada de la caja de Pandora.
Siempre es un placer leerte y bueno, tendre que mirar
con mas detenimiento el ocaso. Como es que no
he visto jamas ese ultimo rayo de sol verde???? (Bien podria
ser mi esperanza profuga). Un beso enorme

Max -

Los versos de García Lorca

"el monte, gato garduño,
eriza sus pitas agrias"

me han recordado un poema tuyo que me impresionó hace siglos:

HEBRIGO

Que empieza:

"Arrector pili de mi alma"

Fue en el comentario a ese poema donde escribí mi primer octosílabo.

Hay que ver qué nudos se producen a veces en la trama de las cosas.

mon -

dicen que cuando el sol se pone, el último rayo que esconde, es verde.
yo también lo digo.
lo estuve siguiendo ocaso tras ocaso desde mi sierra.
es verde.
me pregunto, al leerte, si los deseos en fuga serán como los deseos fugaces.
puedo entender el deseo fugaz.
pero jamás voy a entender que quien tenga la llave del deseo, abra su puerta y permita que se vuelva un prófugo.
sólo el hombre, cobarde ante su deseo, es quien se fuga.
lo que no sabe, es que del deseo es imposible escapar.

bello poema sandra :))

Max -

No quería llegar a conclusiones...
Luego, la cosa sigue espléndida y poderosa:

"Verde que te quiero verde.
Grandes estrellas de escarcha,
vienen con el pez de sombra
que abre el camino del alba.
La higuera frota su viento
con la lija de sus ramas,
y el monte, gato garduño,
eriza sus pitas agrias.
¿Pero quién vendrá? ¿Y por dónde?
Ella sigue en su baranda,
verde carne, pelo verde,
soñando en la mar amarga."

¿Te he dicho que la primera vez que escribí un octosílabo en mi vida fue en respuesta a una poema tuyo?

Hace unos días escribí un breve romance para la exposición de unos amigos (en octosílbos claro).

Lo de Fake Runner es una improvisación para un seudoconcurso con el que nos divertimos un grupo de amigos. Luego, releído, me han gustado los hallazgos que encontré sobre la marcha.

Al otro lado del Atlántico, a poniente, hay una cajita verde y dos zafiros como lunas (y los McDonalds estallan bajo su mirada).

Ceshire -

Te falto mi parte favorita:
"las cosas la estan mirando
y ella no puede mirarlas".
Me encanta este poema. Tiene cierta magia gitana que no envejece. Tu ultimo escrito, Fake Runner, me parecio muy interesante (como quien lo escribe). Me lo bebi (el cuento). Un beso.

Max -

Fragmento de Romance Sonámbulo, de Federico García Lorca:

Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar
y el caballo en la montaña.
Con la sombra en la cintura
ella sueña en su baranda,
verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.