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Ceshire

Esperanza

Esperanza Del extranjero me llega tierra del Stonehenge tamaño viaje, sal negra para mantener a raya a los malos vecinos y piedras con formas fálicas que prometen enderezarme el aura sin esfuerzo. También un pinjante con forma de corazón hecho de angelite azúl fluorecente, ruidosos collares con cuarzos ahumados, cristalinos y violetas; huevos de jaspe de dálmata para promover el buen humor, raíz de angélica para purificar lo malo, polvo de sábila para incrementar lo bueno, inciensos de pacholí para encender la pasión y sodalita azúl para mejorar el chacra de la comunicación. Aquamarinas porque sí, algunas infundidas de oro, bolsitas para hacer mojos, resinas de todo tipo, jabón de castilla liquido, aceites esenciales todos, promesas como moleculas de oxígeno, recetas para vivir bien, y una esperanza que cavila.

Julio del 2005 y aún no aprendo a esperar.

4 comentarios

Ceshire -

Pedro:
¿Cantar dices? Encantada de hacerlo. ¿aceptas un duo? Pero y... si llueve... y se nos acaba el encanto...
Un beso.

Ceshire -

Max:
Gracias por tomarte el tiempo de analizar este humilde texto. Te tengo que decir que nunca imagine que alguien, mucho menos un desconocido, entendiera mi extraño inventario. Diste en el clavo. Estas son todas cosas que me ayudan a recordar mis deseos. Y en ello, a materializarlos. En cuanto al amor, tienes mucha razón, estoy llena de él.

Te envio un abrazo,
Sandra

Pedro -

S, tíralo todo a la basura y canta ¡¡¡canta!!! ese es el mas bello encantamiento.
Belleza.

Max -

Sugestivo texto. Me ha recordado un pasaje de “El Gran Mandala”, de Alan Watts:
"Quinquerremes de Nínive, de la lejana Ofir, volviendo a puerto en la dorada Palestina con su carga de marfil, monos y pavones, sándalo, cedro y suave vino blanco."
(…)
"Drogas chinas e indias, plantas y polvos medicinales, ungüentos, pomadas, colirios, bálsamos preciosos...; especias escogidas y toda clase de sustancias aromáticas, almizcle, ámbar, incienso, benzoina, esencias de todas las flores, alcanfor, coriandro, cardamomo, clavo, canela de Serendibis, tamarindo de la India, jengibre, y algunas aceitunas de piel fina y dulce con pulpa jugosa y coloreada."

Pero tu texto tiene algo más que el de Watts. Hay una intención simbólica que me hace pensar en la función de las oraciones para ordenar y disponer el alma. Para verlo, podemos hacer el ejercicio de desmontar las piezas:

1.- Los materiales (deliciosos): Tierra de Stonehenge, sal negra, piedras de formas fálicas, pinjante de angelite azul fluorescente, ruidosos collares, huevos de jaspe de dálmata, raíz de angélica, polvo de sábila, inciensos de pacholí, sodalita azul, aquamarinas, resinas, jabón de Castilla, aceites, promesas...

2.- Los deseos (esenciales): Mantener a raya a los malos vecinos, enderezarme el aura, promover el buen humor, purificar lo malo, incrementar lo bueno, encender la pasión, mejorar el chacra de la comunicación.

3.- El objetivo: Para vivir bien

Materiales sugestivos para mejorar aspectos de la vida que nos harán vivir bien. Materiales que nos ayudan a identificar y organizar nuestros deseos. Todo pensado para algo tan sencillo como vivir bien.

Amorosa Sandra, cuando pones estas mercancías en mi monitor, con esa intención añadida, me siento amado. Ya sé que no es nada personal (no me amas a mí particularmente). Amas y dispersas la semilla. La escritura tiene mucho de eso, de portadora de semillas y de amante.

Gracias.