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Ceshire

Picor

Picor

Un hombre me está picando el alma
como escozor de ácaro en los ojos.
El deseo de tenerlo ciega y excita.
Aberración de amarlo o la facultad
de sembrar dudas y recoger verdades.
Certeza de querer aún morder la fruta,
y tirar de las paredes los espejos.

3 comentarios

Bárbara -

Precioso texto...

El deseo tiene esa maldita costumbre de incorporarse en la mente y no abandonarla hasta saciar su voraz apetito.
Es como bulimia sexual...
Esperemos que le llegue el atracón...

Abrazo, muy lindo por aquí...

Celeste -

"Sólo de la fruta del arbol que está en medio del edén, no comerás"

Puede arder, picar, envenenar quizás... Puede que lo sepamos, pero lo ignoramos... Puede que no nos quedemos con las ganas... Puede que gane el orgullo... Puede que gane la carne... Puede que sea.

Pero que sea!

Beso celeste!

Albatros -

¡¡Te echaba de menos!!¡muak!