Autoretrato I
Tengo los ojos grandes
cuando miento se me esconden
y un fotógrafo invisible
pone flash a mis pupilas.
Sobre el pudor de mis senos
llevo el pelo hasta el ombligo;
no me peino
y me crecen mechones rubios
que yo oscuresco por vicio.
Guardo en el pecho una diosa
cuando llueve la despeino
y le pido milagros y pedazos del sol.
Contrario al resto del cuerpo
mis manos son como témpanos,
mienten las abuelas
son las manos, no los ojos,
el espejo del espíritu.
Asumo posturas abiertas
descruzo los brazos, cruzo las piernas,
todo a conveniencia.
Bebo café por despecho,
vino por romanticismo,
escocés por cobardía.
y un coro de ángeles resignados y amantes
habitan mi mente
y a veces me cantan dulcuras y acasos
que sólo logran desvelarme.
Es entonces cuando hago
aquello que más me pesa
escribir sin que se sepa
el trabajo que me cuesta.
Escucho ópera los lunes
beso al perro los viernes
me deprimo los domingos
digo que quiero más tiempo para besar soledades.
A menudo mis ojos
me declaran la guerra
finjo entonces un bostezo
y digo que tengo sueño.
Me la vivo comandando
peones, caballitos estrategas,
torres, kamikazes interiores.
Tengo atado a las caderas
cascabeles de velas,
aceites y esperanzas.
Y este retrato tan grande
con olor a geranios
que no se permite un final.
cuando miento se me esconden
y un fotógrafo invisible
pone flash a mis pupilas.
Sobre el pudor de mis senos
llevo el pelo hasta el ombligo;
no me peino
y me crecen mechones rubios
que yo oscuresco por vicio.
Guardo en el pecho una diosa
cuando llueve la despeino
y le pido milagros y pedazos del sol.
Contrario al resto del cuerpo
mis manos son como témpanos,
mienten las abuelas
son las manos, no los ojos,
el espejo del espíritu.
Asumo posturas abiertas
descruzo los brazos, cruzo las piernas,
todo a conveniencia.
Bebo café por despecho,
vino por romanticismo,
escocés por cobardía.
y un coro de ángeles resignados y amantes
habitan mi mente
y a veces me cantan dulcuras y acasos
que sólo logran desvelarme.
Es entonces cuando hago
aquello que más me pesa
escribir sin que se sepa
el trabajo que me cuesta.
Escucho ópera los lunes
beso al perro los viernes
me deprimo los domingos
digo que quiero más tiempo para besar soledades.
A menudo mis ojos
me declaran la guerra
finjo entonces un bostezo
y digo que tengo sueño.
Me la vivo comandando
peones, caballitos estrategas,
torres, kamikazes interiores.
Tengo atado a las caderas
cascabeles de velas,
aceites y esperanzas.
Y este retrato tan grande
con olor a geranios
que no se permite un final.
5 comentarios
Max -
Ceshire -
Pedro -
Arrobado, espero.
Ceshire -
Max -
Besos, volcán (porque tú sabes que debajo de la nieve de algunos volcanes hay lava ardiente).