La Virtud
Tal vez, esta obsesión
de someter mi juicio
a triángulos perversos
de conceptos opuestos;
ha emputecido mi mente
y me he vuelto tan abierta
que las ideas me penetran
ya sin que yo las ame.
Y por querer ser justa,
no soy más que una puta
que disfrazada de virtud,
y con los ojos vendados
en lugar de una balanza
lleva un dildo en la mano.
de someter mi juicio
a triángulos perversos
de conceptos opuestos;
ha emputecido mi mente
y me he vuelto tan abierta
que las ideas me penetran
ya sin que yo las ame.
Y por querer ser justa,
no soy más que una puta
que disfrazada de virtud,
y con los ojos vendados
en lugar de una balanza
lleva un dildo en la mano.
1 comentario
transido -
Pero, este poema llega al otro lado de cada uno de ellos. Me ha encantado.