Tengo
Tengo miradas secretas, gafas y ojos con propósito. Cuentos terribles, escritos eróticos y fábulas de férulas. Una caja llena con mis peores vanidades, demasiado maquillaje, cremas de almendra, de bizcocho y de fideos chinos. Todo un guardarropa de valores, conflictos, religiones y culpas que no me decido a donar. Una tablilla de sonrisas; todas distintas. Todas las patologías psicológicas existentes en el mercado. Tablilleros enteros de calmas, dependencias, dependientes, consejeros y consejos. Un frasco de un sentido lógico que jamás me falla. Una aura verde y una sombra oscura al pie de mi garganta. Un grupo de duendes tardos que me causan pesadillas y me hablan en inglés. Un almanaque de libros provoca bostezos, libros provoca insomnio, termodinámicos o con forma de escupidera. Una cama rellena con poesía; dura, suave o dura otra vez. Una sábana con miedos sueltos. Una colección de cursilerías para gente valiente. Empapelados de caricaturas. Historias para niños. Infantilismos. Égidas para toda ocasión. Súper egos inflexibles. Un ángel de la guarda poco paciente y un rosario gastado. Un id malcriado. Una familia de locos. Budas sin barriga o con ella. Estatuillas de virtudes. Justicias con o sin venda. Refranes, muchos refranes. Un manifiesto sobre el daño del alcohol, cajas enteras de whiskey en las rocas o sin ellas. Dos colmillos en forma de espátula enmoheciéndoseme, pero solo dos. Pastillas resuélvelo todo, un manual sobre el hígado y un timbre que no uso de Save the Planet. Un cuarto lleno de latas que no reciclo, aerosoles perfumados y velas despide plomo. Purificadores de aire. Tengo miradas ajenas, propias y robadas. Guerras prestadas y tratados de paz sin firmar. Un médico para cada parte del cuerpo. Visitas por hacer. Nubes cuentistas. Perfumes esculpe personalidad. Accesorios define estados mentales, corporales y sexuales. Disfraces para toda necesidad. Silencios. Ruidos. Comentarios malintencionados. Palabras de bórax. Calma almas y quita sueños. Aburrimientos, entretenimientos egoístas, contradicciones y sabidurías escurridizas. Yoyes y sacrificios invisibles. Perfecciones imperfectas. Frialdades calienta mejillas. Verdades inventadas, dioses hijos de Dios. Demonios lastimeros. Tengo muchas cosas. Todas te las regal... pero... ¿a dónde...? ¡Cuidado con el...! (cataplum, y se lleva la puerta enredada). Ahora lo recuerdo, por algo es que tengo una alta muralla para que nadie entre aquí. ¿Dónde deje el frasco de pastillas para la memoria?
14 comentarios
Diana -
Acabo de escucharlo en la voz de Beatriz Salas y vine a felicitarte "personalmente".
Me quedaré por aquí para seguir disfrutando de tus letras. Un beso grande!!!
Beatriz Salas -
verás, por casualidad he llegado a tu página y me ha encantado tu forma de escribir!
Te cuento, yo tengo un blog en el que grabo los escritos que me llegan al corazón, los sentires de quén me permite y quiere compartirlos y te invito a visitarme por si te parece bien que grabe algo tuyo.
Por supuesto con tu nombre (el que me indiques) y con el link a tu página para que te conozcan.
Piénsalo y dime algo.
Un abrazo.
Ceshire -
que estampa tan hermosa imaginaste, gracias por regalármela. Sabes, ese pasamanos con flores y ese piso que describes existió en un apartamento que ya se vendió. Lo decoró mi tía que ya no está. La amé (amo) mucho. Me imaginaste buscando en un libro y no estás muy lejos de la realidad porque todo lo escribo, manías mías. Gracias a Dios, todavía no cargo con la neurosis de llevar un inventario real, aunque de inventarios del alma, ya me ves. Si yo fuese hada, andaría volando de ventana en ventana (algo tengo yo con las ventanas, me gusta ver a la gente sin la máscara puesta) ¿las hadas no se hacen invisibles? ¿no?, habrá que alterar un poco el mito, ven, vámonos a pasear.
Ceshire -
Celeste -
Max -
No me eches en falta, que estoy aquí. No he ido a ningún sitio. Sólo estoy más callado. Es un momento para el silencio en mi vida. Es momento de escuchar. Pero no me voy.
No sé si se entiende la expresión ni te hablo. De repente he pensado que puede ser un localismo español que necesita de su entonación para ser comprendido mejor. En Argentina me sorprendió cómo entonan la palabra bueno cuando se trata de hacer concesiones. En una agencia de viajes uno puede solicitar un folleto diciendo ¿puedo llevarme un folleto de Florida?, por ejemplo, y el agente de viajes respondería bueno, con una entonación que en España sería considerada despectiva y, allí, por el contrario, es perfectamente correcta. La entonación de ese bueno puede inducir verdaderos malentendidos en un hablante español. Esto es algo que me sorprendió mucho. Y por eso prefiero explicar lo de ni te hablo, expresión que, más comúnmente se utiliza como ni te cuento, para referirse a algo que es tan evidente que no es necesario mencionarlo. Y eso tan evidente es lo mucho que significas. La cosa vendría a ser: y de lo mucho que significas, no hace falta que diga nada.
Pues, eso.
Ceshire -
Max -
Ceshire -
Ceshire -
Ceshire -
miquel -
Albatros -
Pedro (Glup) -