Blogia
Ceshire

Mis poemas

LOS AMANTES DE MAGRITTE

LOS AMANTES DE MAGRITTE Hay una manta
cubriendo
nuestro pudor.
A ciegas,
nos tanteamos
el gesto.

Tu lengua,
no puede sorberme.
Tus labios,
son una marca
timbrada en mí,
a secas.

Con ansiedad,
nos intuimos
la humedad.
Nos olemos
a sabanas limpias
y perfumadas.

Tras la ventana,
la noche
nos reconoce,
amantes
del traje
y la moralina.

El que nos pintó,
no sabía
lo que hacía.
Arranquémonos
las sábanas.
Amémonos con la piel.

LOS AMANTES DE MAGRITTE

LOS AMANTES DE MAGRITTE Hay una manta
cubriendo
nuestro pudor.
A ciegas,
nos tanteamos
el gesto.

Tu lengua,
no puede sorberme.
Tus labios,
son una marca
timbrada en mí,
a secas.

Con ansiedad,
nos intuimos
la humedad.
Nos olemos
a sabanas limpias
y perfumadas.

Tras la ventana,
la noche
nos reconoce,
amantes
del traje
y la moralina.

El que nos pintó,
no sabía
lo que hacía.
Arranquémonos
las sábanas.
Amémonos con la piel.

PERFECCION

PERFECCION Los enigmas existen
porque existen las palabras.
Detrás de cada pestaña
se alza un acto de magia;
en cada labio que pronuncia
se quiebran siete espejos.
Es mentira la tristeza
de la arena en la ampolleta.
Eva parió con dolor
para que a Dios le doliera
Adán sudó por que quiso
corretear los lagartijos;
convertirlos en serpientes.

La creación es perfecta.

PREOCUPACION Y CULPA

PREOCUPACION Y CULPA En el medio del Ártico
dos piernas en cubos de hielo
debaten sobre la existencia
¿Existirá el Caribe?

La Virtud

La Virtud Tal vez, esta obsesión
de someter mi juicio
a triángulos perversos
de conceptos opuestos;
ha emputecido mi mente
y me he vuelto tan abierta
que las ideas me penetran
ya sin que yo las ame.
Y por querer ser justa,
no soy más que una puta
que disfrazada de virtud,
y con los ojos vendados
en lugar de una balanza
lleva un dildo en la mano.

Desde la casa verde

Desde la casa verde Yo sé de la pasión
que habita las casas verdes.
Sé también de los michinos
que trepan por tus tejados
omitiendo el secreto
de tus ojos rasgados.
Sé de los perros que ladran
sin molestar al vecino
y de las noches sin luna
a oscuras en los vergeles.
Yo sé de los teleósteos
que ocupan tus caladeros
y de las letras que reptan
desde tus camaleones.
Yo lo sé y tú lo sabes;
desde tu pulso metonímico,
desde La Casa Verde,
desde tu agnosia angular.
-Desde ti y para ambos-.
(Escrito bajo el seudónimo de Victoria_Airot)

Hombre onírico

Hombre onírico Tú te volviste sueño
en detrimento de un trazo.
Te empapaste de colores
y te tatuaste en los poros
de los brazos de Morfeo.
Te pintaste en mi sábana
bajo forma de mosaico,
te perdiste en el Austro
y te insinuaste surreal.
Me amaste en sueños,
te volviste mitógrafo
y aplazaste moratorias.
Me esperaste en páramos,
me besaste en el omaso
e inventaste bradilalias
(pero yo no te vi).
¿Soñamos de nuevo?

Inocencia

Inocencia I
La intimidad del verso
se me atrofia en la garganta
como una extraña bacteria
que no logro exterminar
y la vida si no es vida
se me escurre entre los dedos
como la mala noticia
que no se deja editar.

II
Borré toda huella
para que nadie supiera
que cargo una pañoleta
repleta de miedos huerfanos
y a veces soy esa niña
que no supo ser pequeña
y se colgó del sueño
para apurar el tiempo.
Para ignorar al payaso
haciendo guardia en su clóset
como un demonio nocturno
con cara de morisqueta.
También al niño de ojos verdes
ensuciandole la lengua
contra el boletín de anuncios
de una verbena de escuela.
Borré todo incluso el nombre
de aquel chiquillo gigante
que me corrió tres cuadras
jurando que iba a matarme.
Aquella niña foránea
descorriendome la falda
mientras cruzaba las piernas.
e investigaba mis bragas.
Borré a Morahima sangrando
frente a la acera de Clara
intercambiando silencios
por dulces de avellana.
Y así sin mucho aspaviento
de eso que llaman niñez
fui cortando pietaje
fui editando los dolores
hasta que quedó solo un roble
con mirada de mujer.

(Escrito bajo el seudónimo de Victoria Airot)

REMANSO

REMANSO Eres tú el remanso
donde fallece mi ansia.
Deja amor que me tumbe
en tí como en una hamaca
abrazada al tejido
de la piel de tu espalda.
Déjame que descanse
en el edredón de tus nalgas,
a la sombra de tu barba,
en el guiño de tu ombligo;
tras el bullicio del día
ser también yo tu tumbona,
un suave arrullo marítimo,
una mecedora de carne.
De la mimosa mar
una ostra abierta y húmeda,
el imaginario de un beso,
el cruel sabor de los erizos
y la leche tibia de alga.
Nada queda y nada falta.
Deja amor que me tumbe
en tí como en una hamaca.

Vesania

Vesania Permutarán los días
y no diré he olvidado
el brillo inopinado
de tus ojos pardos.
En la curva de mi hoz
el cruel grito expresionista
el cuchillo en el camino
los paseantes que se pierden
rehuyendo lagartijos
ignorando las serpientes.
Del enajenado Dalí
dos amantes pacientes.
cuya ansia a destiempo
llega sin que se busque
y se instala en liviandad
de carnaval burlesco.
Permutarán los días
y no habrá más de lo que vemos
no más que estas palabras
pan y vino de esta tierra
vesania de silencios
vulnerabilidad del cuerpo.

Arcano

Arcano Cargaré tu nombre
como un pesado yunque
encimando mi memoria
de caricias de almizcle.
En el pliegue de mis párpados
cada pestaña testigo
del delito de un transeúnte
del pecado de los vivos.
Llevaré como un pinjante
arrimado a mis pechos
tu mirada plenilunia,
la distancia entre tus dedos.
Zozobrarás si acaso
alguna noche de viernes
olvidado en el melindre
de un jergón redondo.
Me pesarán tus besos
de enredadera ávida
treparás por mis silencios
mas no diré nada.
Serás la débil tentación arcana
que asoma a la retina
de una mujer lejana
y de mis complicidades y reservas
la sonrisa delictiva
del que a solas recuerda.

Solsticio

Solsticio El poeta esconde su suerte debajo de su zapato,
tras de sí deja el grito de una ciudad aciaga,
su figura a contraluz huye con el poniente,
el desierto lo recibe con carámbanos verdes.

La Numen borra las huellas que le fabrica la arena;
parece que lo quisiera pero sólo lo desea.

Un alacrán se pierde entre dunas de retama
disfrazando su ponzoña tras un hilo azabache.
La soledad es peor que un nido de escorpiones.
El desierto que es desierto se vacía de alimañas.

La Numen borra las horas, los días y las semanas;
parece que lo quisiera pero sólo lo posee.

Un velo de lentejuelas ondea bajo la bóveda,
un viento granuloso mece la hamaca de arena,
el poeta enamorado fabrica versos de sal,
en los brazos de la Numen duerme el sueño de los Justos.

Duda

Duda La verdad es frágil
como una fotografía.
Eneidas y medusas conviven sigilosas
entre ángulos y sombras;
los mitos y las mentiras
tienen forma real.
Perseo no acabó con la bestia;
sólo arrancó su cabeza
y nos dejó la duda.